La experiencia ha sido muy interesante: este es un país con infinidad de necesidades y una capacidad de adaptación cada vez más rápida, donde entendemos que nadie nos resolverá los problemas por lo que no hay tiempo que perder.
La tecnología y el atrevimiento de muchas personas por probar, cambiar e implementar productos que funcionan en el extranjero, han hecho que nazcan nuevas formas de pago así como de delivery.
Cuando iniciamos operaciones, el país estaba en otra situación: año 2016, no había efecto y el punto de venta se convirtió en un producto de primera necesidad, a tal medida, que nuestro canal fueron los bancos aliados, quienes enviaron información a su base de datos donde informaban sobre una nueva empresa que vendía puntos de venta. Luego hicimos publicidad por Directv en los cuartos de final y lo demás es historia. Sí, fuimos los primeros en el mercado y hoy en día hay más de 20 empresas dedicadas a lo mismo.
Algo que siempre llama la atención en el país es que, mientras en el resto del mundo, el emprendimiento es visto como algo osado y pocos se atreven, en Venezuela es totalmente lo contrario y si no emprendes, es una vergüenza. Otra realidad es que también se ha vuelto más rentable tener un negocio propio que trabajar para una empresa. Por ello, la necesidad de poseer un punto de venta es cada vez más importante y frecuente.